¿Cómo prevenir un golpe de calor en adultos mayores?

Cada vez que en el Hemisferio Sur avecina el verano, surgen alertas cada vez más temprano respecto del cuidado hacia adultos mayores relacionados a las olas de calor. ¿Qué recomendaciones hay que tener?

Cada vez que en el Hemisferio Sur avecina el verano, surgen alertas cada vez más temprano respecto del cuidado hacia adultos mayores relacionados a las olas de calor. Ante las recomendaciones generales para la población de cualquier grupo, como: hidratación constante, permanecer en ambientes frescos, evitar la actividad física en horas de sol intenso, uso de protección solar de factor 50 o más, vestir ropa de material liviana y de colores claros, entre otras, hay que sumar otras precauciones para los grupos de mayor riesgo frente a estos escenarios: los adultos mayores (+ de 65 años) y los niños.

El reconocido médico gerontogeriatra Félix Nallim, director médico del Centro Gerontológico La Casa de mis Padres y presidente de la Asociación Gerontológica Argentina, agrega que «son grupos que se ven sometidos a tener más riesgo, sobre todo las personas mayores, porque tienen trastornos en la regulación del calor: a nivel cerebral contamos con un centro que nos regula el valor de la temperatura y a mayor edad no funciona tan correctamente».

Si una persona mayor ya no presenta sudoración, con la piel muy seca, siente cansancio, dolor de cabeza, náuseas (puede llegar al vómito), dolor abdominal y fiebre superior a los 39°, se debe comunicar y pedir ayuda a un servicio de emergencia para que pueda asistir al adulto mayor. Mientras tanto, «podemos quitarle la ropa; poner un ventilador para disipar el calor; colocar paños de agua fría en la región inguinal, axilas, cuello y frente; si está consciente darle agua en forma prudente para hidratarla; y sumergirla en una bañera con agua fría», señaló Nallim.

Adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas:

  • Tomar abundante líquido, en especial agua, al menos 2 litros diarios y con frecuencia, aunque no se sienta sed.
  • Evitar salir a la calle en las horas más calurosas del día (entre las 10 y las 17).
  • Cubrir la cabeza con sombrero o gorra y vestirse con ropa ligera, de colores claros.
  • Usar anteojos para protegerse del sol.
  • En caso de tener que salir a la calle, caminar en lo posible por la sombra y utilizar protección solar.
  • Darse un baño diario, preferentemente en forma de ducha o bien refrescarse con paños húmedos.
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas, por lo menos cinco entre ambas por día.
  • Comer las cuatro comidas, no saltarse ninguna.
  • Evitar el alcohol, las bebidas con cafeína y las comidas calientes.
  • Dentro de la casa, quedarse en la sala más fresca.
  • En caso de vivir solo, tratar de mantenerse en contacto con alguien cercano