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¿Cómo prevenir un golpe de calor en adultos mayores?

Con el calor del verano, las personas mayores son las que más riesgo tienen de sufrir un golpe de calor por las altas temperaturas. Aquí te damos algunos consejos que te pueden ser útiles para evitarlos.

Todavía no comienza oficialmente el verano y ya vivimos la primera ola de calor debido a altas temperaturas. Es por eso que debemos adoptar medidas para proteger a colectivos vulnerables, como personas mayores, pluripatológicas y con enfermedades crónicas.

Ahora bien, ¿qué es exactamente un golpe de calor? Es un trastorno provocado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición continuada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas.

Ahora bien, qué recomendaciones se deben tener para evitar el golpe de calor en las personas mayores, cuáles aspectos son importantes para prevenirlo.

¿Por qué son los ancianos más vulnerables ante las altas temperaturas? Por un lado porque su organismo responde peor a estas temperaturas elevadas, y por otro, porque suelen tener una menor sensación de sed, olvidándose de beber y deshidratándose con mayor rapidez. Si cuentan con alguna enfermedad crónica, sobrepeso o están medicados el riesgo de sufrir un golpe de calor es mayor.

A continuación, nuestro Centro Gerontológico, te brinda algunas recomendaciones:

  1. Un buen aporte de líquidos. La falta de sed es engañosa, por lo que se debe consumir frecuentemente agua.
  2. Comidas ligeras  que permita digestiones ligeras. 
  3. Evitar la exposición al sol con temperaturas elevadas, sobre todo en las horas de mayor intensidad (12-16 horas).
  4. No realizar ejercicio ni deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración en momentos de calor. 
  5. Mantener los espacios frescos y ventilados. 
  6. No permanecer en vehículos estacionados o cerrados. 
  7. Evitar llevar ropa ajustada y elegir tejidos ligeros.
  8. Es recomendable el uso de sombreros o gorras que protejan la  cabeza del sol.

Síntomas más comunes del golpe de calor:

  • Aceleración del pulso.
  • Confusión y desorientación.
  • Piel muy caliente, enrojecida y seca.
  • Náuseas.
  • Escalofríos.
  • Dolor de cabeza.
  • Boca pastosa, sin salivación.
  • Se puede llegar, incluso, a perder el conocimiento.

    Ante cualquier duda, se recomienda llamar a su médico/a de cabecera.

    En La Casa de mis Padres, contamos con médicos especializados en geriatría y gerontología y asistencia las 24 horas para identificar diversas situaciones. Además, contamos con aire acondicionado en todos nuestros ambientes.