Beneficios del acompañamiento afectivo a los adultos mayores

Promover los lazos afectivos y la socialización en las personas adultas mayores resulta imprescindible para evitar su aislamiento social y, en consecuencia, mejorar su bienestar físico y emocional.

Es de amplio acuerdo científico que la socialización en las personas adultas mayores tiene efectos favorables en patologías propias de la edad como dolores articulares, control de las enfermedades crónicas, hipertensión arterial, diabetes, y la prevención de patologías de la salud mental como la depresión o ansiedad.

El acompañamiento afectivo, entonces, puede mejorar considerablemente en la calidad de vida de los adultos mayores y llenar en gran medida de alegría y esperanza sus vidas, ayudándolos vivir su vejez de forma saludable.

Para promover lazos afectivos positivos en adultos mayores, debemos procurar que dichos espacios sean seguros, donde se respete la etapa de la vejez que se encuentre  el adulto mayor. Ninguna vejez es igual a otra, y allí está la complejidad y la necesidad de un abordaje integral y multidisciplinario.

Algunos de los beneficios del acompañamiento y cuidado en la vida de los mayores son:

1. Mejora la sensación de bienestar: la compañía favorece el estado de ánimo de las personas, y a que se sientan queridos, esuchados e importantes.

2. Favorece la salud física y psicológica: Realizar diferentes actividades los mantiene física y mentalmente activos, ayudándolos a prevenir y/o reducir riesgos de enfermedades y a tener una mayor participación social.

3. Mantiene una vida independiente: Tener un apoyo constante permite que resulte más sencillo y seguro realizar tareas cotidianas.

4. Supervisa la toma de medicamentos: En la mayoría de los casos, los remedios forman parte de la rutina diaria, siendo esencial poder controlar la cantidad correcta y hora adecuada, según las necesidades de cada adulto mayor.

5. Da seguridad: Cuando se cuenta con el apoyo de un cuidador o acompañante, ya sea familiar o profesional, este ofrecerá tranquilidad y seguridad tanto para el ser querido como para la familia misma.


En La Casa de mis Padres, contamos con un equipo médico altamente capacitado en geriatría y gerontología, además de asistentes geriátricas con experiencia y formación en gerontología para acompañar la vida de nuestros «viejos». Día a día, creamos una atmósfera saludable para el desarrollo de habilidades de los adultos mayores.