La salud es un derecho fundamental para todas las personas, independientemente de su edad. En particular, es necesario garantizar el derecho a la salud de las personas mayores.
La población mundial está envejeciendo a un ritmo acelerado. Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que para el año 2050, el número de personas mayores de 60 años se duplicará, alcanzando los 2000 millones. En este contexto, es fundamental garantizar el derecho a la salud y mejorar la calidad de vida de las personas mayores. La salud de las personas mayores no solo se refiere a la ausencia de enfermedades, sino también a su bienestar físico, mental y social. Por lo tanto, es necesario abordar la salud de las personas mayores de manera integral, reconociendo sus necesidades y preferencias individuales.

La prevención del maltrato hacia las personas mayores es un aspecto importante de la garantía del derecho a la salud. Para prevenir el maltrato hacia las personas mayores, es necesario promover una cultura del respeto y la dignidad hacia ellas. Esto implica fomentar la participación activa de las personas mayores en la sociedad, así como promover su autonomía y empoderamiento.

Por otro lado, mejorar la calidad de vida de las personas mayores también contribuye a garantizar su derecho a la salud. Esto implica proporcionar un entorno seguro y adaptado a sus necesidades, así como promover su participación en actividades sociales y recreativas.

Garantizar el derecho a la salud de las personas mayores es fundamental para prevenir el maltrato y mejorar su calidad de vida. Para lograrlo, es necesario abordar la salud de las personas mayores de manera integral, reconociendo sus necesidades y preferencias individuales.

En La Casa de mis Padres, promovemos una cultura del respeto y de dignidad hacia las personas mayores. Contamos con un plantel médico especializado en geriatría y gerontología, único en la región. Además proporcionamos un entorno seguro y adaptado a las necesidades de nuestros residentes.